martes, 7 de noviembre de 2017

Lecciones de Urbanidad para niñas




Desde tiempo inmemorial la historia nos ha ido mostrando un andamiaje intelectual bien definido en el que existía una resistente desigualdad  entre sexos. 
Durante siglos se justificó aquella construcción histórica fundamentada en la superioridad del hombre respecto a la mujer;  un modelo propio de la sociedad estamental que basaba sus principios en la diferencia natural de unos seres respecto a otros. 
La España Decimonónica y parte de la del siglo XX se caracterizó por la larga dominación y por la absoluta "sumisión" de las mujeres. Las ideas revolucionarias de igualdad entre hombres y mujeres no caló en nuestra sociedad. La mujer seguía siendo esclava, sin elección cultural, laboral o económica. Así había sido durante siglos y así permaneció durante largo tiempo. 
A pesar de la paupérrima situación femenina, que corresponde al  momento histórico, la vida de las mujeres experimentó un "discreto" cambio en política educativa cuando en 1857 la -  Ley Moyano- ley de instrucción pública, hizo obligatoria la escolarización de las niñas - de 6 a 9 años- con relativa gratuidad para la enseñanza primaria. Se mantuvo, eso si,  un duro control de las autoridades eclesiásticas marcando una contundente separación entre sexos y justificando las labores propias del sexo femenino. 
Durante un corto periodo de tiempo y gracias a las ideas republicanas de finales del XIX y principios del s. XX - la institución libre de enseñanza- con influencia krausista, intentó una apertura hacia la enseñanza laica sin separación de sexos. Sin embargo aquel  breve paréntesis se  quedó tan sólo en un débil proyecto,  que no se hizo visible hasta  bien entrado el siglo XX.  Las circunstancias históricas no permitieron un modelo educativo distinto y se volvió a presentar un ideal de mujer ceñido a su rol de esposa y madre, que satisfacía la organización patriarcal androcéntrica. Por lo tanto las mujeres seguían relegadas al ámbito de lo privado y lo doméstico y con tales fines debían ser educadas.
El Estado, de acuerdo con los intereses de la burguesía en la que se encontraba integrada parte de la nobleza,  desarrolló una política de control dirigida a una nueva configuración social, con la obligación de crear escuelas primarias de niños y de niñas,  para paliar las deficiencias morales que las familias de clase baja presentaban. Sin embargo pocas familias necesitadas podían mandar a sus hijas al colegio, ya que  las  niñas comenzaban a trabajar a la edad de ocho años. Aún así, algunas tuvieron el "privilegio" de incorporarse a la enseñanza dentro de su municipio. 
El instrumento propagador de la moral burguesa, sería la escuela para todos, siempre y cuando, se tuviera en cuenta que la educación de las niñas debía ir encaminada a la formación moral,  más que a la adquisición de conocimientos.  El objetivo no era ser sabias, sino prepararse para ser  "buenas y sumisas" mujeres. 
Con ese fin se crearon escuelas de prestigio para clases medias altas, donde además de  aprender a leer, escribir, bordar y coser, aprenderían algo de geografía, historia, música y en raras  ocasiones, dibujo y francés. Lo que se llamó una educación de "adorno". Para el resto de niñas de clases populares se crearían las escuelas públicas, en muchas ocasiones atendidas por religiosas. De ahí que poco a poco, a lo largo de toda la geografía, se fundaran muchos colegios de diferentes congregaciones religiosas  dedicadas a la enseñanza femenina. 
Con la instrucción no se pretendía mas bagaje intelectual que aquellos conocimientos morales y prácticos que ayudaran a las niñas, en su etapa adulta, para ejercer su primordial misión:  "ser buena  madre y excelente ama de casa". 
La extremada codificación histórica que habían "padecido" nuestros antepasados femeninos, - más temor que respeto- exaltaba a un estereotipo de niña "ejemplarizante"cuyos valores pasarían por la prudencia, la bondad y los exquisitos modales. 
La herramienta utilizada para la transmisión de "valores"y normas de "urbanidad" fue la divulgación textos y cuentos. En todos los mensajes e ilustraciones  aleccionadores debía quedar bien claro el patrón social de las clases acomodadas a imitar. Así se aprecia en las ilustraciones y ambientes recreados  como los que se muestran a continuación:

"La buena Juanita" obra de Saturnino Calleja, gran conocido por sus cuentos para niños. De ahí aquella expresión "¡Tienes mas cuento que calleja! - Muchas de aquellos cuentos fueron escritos por autores de renombre e ilustrados por grandes dibujantes de la talla de Narciso Méndez Bringa-

                                "La buena Juanita" Saturnino Calleja 




Otros ejemplares como "Victoria" de Mª Pilar Oñate Instrucciones para la formación de una "mujer de su casa" madre de familia y transmisora de unos valores.




La obra de "Higiene y economía" "La niña Instruida"  de Fernández Ascarza . 


                Por último la"Cartilla Moderna de Urbanidad" de J. Dalmau. 



   
                                                                                                                                                           

                                                
                                                 
                                                   
                                                             
Textos, mensajes  e ilustraciones de corte burgués, que resumían claramente las cualidades y los valores que las niñas debían aprender:  Ser dóciles, humildes, sumisas... en ningún momento una joven mujer, podía perder el decoro.
Aquel compendio de normas de comportamiento instruyó a muchas de nuestras abuelas, madres, y también a algunas de nosotras que hemos pasado el ecuador de la vida.
Ello no nos hace indiferentes a la ominosa situación de pobreza y miseria vivida, contraria a nuestra dignidad.
         Como decía J. Stuart Mill (1869) en "La esclavitud femenina" 
         "La mujer es como árbol que se le ha podado todas sus ramas" 

                                                                                 Ardilla


Imágenes: Internet.
Texto: Ardilla

9 comentarios:

  1. Muy interesante entrada. Ha sido un camino lleno de obstáculos el que la mujer ha tenido que cruzar a través del tiempo para lograr derechos.
    Un fuerte abrazo, Ardilla.

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  2. Todavía queda mucho por hacer. Todavía quedan restos donde la mujer no puede elegir, porque al elegir ponen en marcha todas sus facultades superiores como pueden ser la voluntad, la inteligencia etc. pero una mujer, al igual que un hombre, necesita construirse como ser autónomo, consciente y útil. Dejar que crezcan todas sus ramas. Entonces será ese árbol completo.
    Gracias por venir

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  3. Si a los niños los hubieran educado igual, el mundo sería más justo. Y nosotras demasiado bien estamos para el adoctrinamiento al que hemos estado sometidas. La única respuesta posible es el pensamiento feminista que alguna vez conseguirá -conseguiremos- erradicar las desigualdades entre las personas. Eso espero.
    La entrada y la documentación que aportas me parece genial, como tú, amiga.
    Un abrazo.

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    1. Durante tiempo incluso las mujeres pensaba que todo era como esta establecido. Mira lo que decía Pilar Primo de Rivera en el año 1942 acerca de las mujeres:
      "Las mujeres nunca descubren nada;
      les falta, desde luego talento creador,
      reservado por Dios para inteligencias varoniles;
      nosotras no podemos hacer nada más que interpretar mejor o peor,
      lo que los hombres nos dan hecho"
      Un abrazo y gracias por participar.

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    2. Hoy estas palabras parecen una barbaridad y lo son. En 1942 era la opinión generalizada, y lo peor: entre las mujeres. De aquellos barros, estos lodos. Abrazos amiga.

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  4. Interesante, siempre digo, y estoy casada, que hombe y una mujer, somos personas complentarias, morfologimaente somos diferentes, pero sola esa diferencia entiendo
    No entiendo que en mi casa, mi marido me ayude, no no no, los dos tenemos deberes y derechos. en trabajo, segun valia, y en todo
    Hay hombre que xd, y mujeres que xd tambien
    un abrazo

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    1. Estoy de acuerdo la diferencia de sexo no debió ser un impedimento para tener las mismas oportunidades. Siempre ha habido mujeres valientes capaces de "saltarse" los estereotipos que marcaba la sociedad. La mujer siempre ha sido capaz de formarse, educarse y ganar su propio sustento, otra cosa es que se le permitiera. Muchas de nuestros antepasados no se les concedió el privilegio de "elegir" sus vidas. A ninguna se le preguntó ¿Qué quieres hacer con tu vida? ... Por fortuna hoy la cosa va cambiando aunque todavía existen desigualdades por ejemplo, a la hora de la remuneración salarial: Un hombre y una mujer desempeñando el mismo trabajo, sale beneficiado el hombre. ¿Por qué?
      Gracias por tu comentario. Abrazos mjesus

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  5. Una entrada muy interesante en la cual estoy de acuerdo contigo Ardilla, aunque todavía faltan metas por alcanzar en todos los ámbitos.

    Besos.

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  6. Totalmente de acuerdo. Hemos recorrido un gran camino pero todavía queda mucho por hacer. Por lo menos somos capaces de preguntarnos a nosotras mismas y respondernos que queremos. Seremos más auténticas. Ello no significa que seamos temerarias no. Es dejar aflorar a la superficie lo mejor que llevamos dentro. Es atrevernos a ser.
    Gracias Conchi. Un abrazo

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