San Jinks |
Era el tamaño del hombre
motivo de discusión,
uno hablaba de estatura,
el otro de corazón.
-¿Te has fijado en ese hombre...?
¡Qué bajito es de estatura!
-Y eso que tiene que ver!
A los hombres no se mide
de la cabeza a los pies.
-¿Entonces, cómo se miden?
¡Yo lo quisiera saber!
-de las cejas para arriba,
y si tienes ocasión
búscale en su corazón
que te dará la medida
de su exacta dimensión.
-En eso no había pensado.
¿Sabes que llevas razón?
-Pues ándate con cuidado
a la hora de opinar,
que todos somos muy dados
a juzgar sin meditar.
Y deduce en conclusión
cómo su grandeza está
en su propio corazón.
José Velázquez Pérez