Pinturas Sousa
Mientras era una niña, fui una
criatura llena de alegría. Los recuerdos que me rodean son la reminiscencia de
cuando era una cachorrita vulnerable, inquieta y observadora. Mirándolos,
volvió de nuevo a mi mente la tierra hollada por donde transitábamos habitualmente.
Por la mañana al dar las ocho ya había desayunado, salíamos de casa y
caminábamos juntos. Nos deteníamos delante del portón del colegio, ¡resplandecientes! ellos y yo. Mientras llegaba la hora de clase, entre juegos y risas, también me
planteaba todas las preguntas que se hacen los niños sensibles cuando se asoman
a la complejidad del mundo...
Hoy, al verlos recuerdo que con ellos
brincaba, paseaba, corría y hasta nos calábamos de agua los días de lluvia. Entonces
no había tanta moda del “running”, ni existían tantos consumidores de marcas de
zapatos. Los nuestros eran los "todoterreno", los "multiusos".. eran los zapatos "gorila", los compañeros desgastados.
Ardilla
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