martes, 13 de octubre de 2020

Palabras para Julia

Carta de un padre a su hija



Tú no puedes volver atrás 

porque la vida ya te empuja 

con un aullido interminable.

Hija mía, es mejor vivir 

con la alegría de los hombres

que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada, 

te sentirás perdida o sola

tal vez, querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán

 que la vida no tiene objeto

que es un asunto desgraciado.

Entonces, siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás

como a pesar de los pesares,

tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer

así tomados, de uno en uno

son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti,

cuando te escribo estas palabras

pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás,

tu futuro en tu propia vida

tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas

que les ayude tu alegría, 

tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate 

de lo que  un día yo escribí 

pensando en ti

como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes

junto al camino, nunca digas

no puedo más y aquí  me quedo.

La vida es bella tú verás,

como a pesar de los pesares

tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección

y este mundo tal como es,

será todo tu patrimonio.

Perdóname, no sé decirte

nada más, pero tú comprende

que yo aún estoy en el camino.

Y siempre, siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti como ahora pienso. 


"J. Agustín Goytisolo"