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lunes, 14 de enero de 2019

Mujeres



Decía Rosa Chacel que "El libro es fuerza, es valor, es alimento, antorcha del pensamiento y material del amor".

Hace algún tiempo tuve la oportunidad de leer una de las obras de Rosa Chacel. Para mí, era como otras grandes e importantes mujeres de su tiempo, una desconocida. Acostumbrada a leer cualquier tipo de literatura, algunas novelas y autores catalogadas incluso por  "entendidos" como de "best-sellers", desconocía bastante la riqueza de nuestras mujeres poetas, pensadoras, filósofas y novelistas, que durante demasiado tiempo fueron obviadas.  En la sombra y tras las bambalinas del gran teatro de la vida, se encontraba Rosa Chacel (Valladolid 1898 - 1994)   escritora que con pluma de mujer tuvo mucho y bueno que contar. Desde este humilde rincón, mi homenaje a ella por una de sus obras más interesantes editada en el destierro en Argentina: "Memorias de Leticia Valle"  




 "Memorias  de Leticia Valle" cuenta la historia de una preadolescente que narra sus vivencias antes de cumplir los doce años. La protagonista, con voz infantil pero madura para su tiempo, cuenta las  vivencias  que cambiarían su vida.
La historia va y viene en el tiempo y en el espacio en forma de recuerdos. "Ahora las cosas que me han pasado las escribiré para que no se borren de mi memoria"
La historia comienza en Suiza, en casa de unos familiares, recordando brevemente la ciudad de Valladolid y sobre todo la estancia en Simancas, lugar al que se trasladó junto a una tía y su padre, militar retirado, con un pasado confuso. 
En Simancas se desarrolla la trama de la novela. Allí la vida transcurre lenta, tranquila y tan aburrida que da tiempo para mucho. 
Leticia vive con la desazón que le produce el no entender la transformación que está experimentando en su vida, una vida que detesta y a la que ella llama enfermedad. De alguna manera la protagonista trata de desprenderse del mundo de la infancia. "¡Qué asco! nunca me cansaré de decir el asco que me da esta enfermedad que es la infancia". 
La historia es un ir y venir desde el interior del personaje. Un relato intimista cargado de claves simbólicas. Lleno de vacíos, de silencios, de murmuraciones y de intuiciones para atraer al lector. Es una historia hecha de secretos, donde cobra más fuerza lo que no se dice que lo que se intuye con la imaginación. Involucra hábilmente al lector para que intuya lo que la novela silencia. Son habituales las preguntas, comparaciones y reflexiones sobre la metamorfosis que está sucediendo en la vida de la madura joven. "Te has hecho una bachillera capaz de hacerle a uno ver lo negro blanco".  
Es la experiencia vivida la que le hace pensar que lo ocurrido fue algo "inaudito".
La novela nos muestra a una "niña" madura y avanzada en pensamiento. Una preadolescente reflexiva, rebelde, inconformista, que decía: "tengo tal necesidad de pensar por cuenta propia...no  iré más por ese camino que me marcan...  caprichosa, " no tomaré nada más que lo que verdaderamente quiera con mi corazón" intuitiva, astuta, misteriosa... " iré en otro sentido y no se darán ni cuenta... volveré hacia dentro todas mis fuerzas" Y sobre todo era una seductora a todos los niveles. ¿Quién seduce a quién? Contrariamente a lo que se contaba en las novelas de la época, en esta historia hay una representación simbólica de conflicto entre roles de género convencionales y una superación de los mismos. Leticia seduce a su profesor D. Diego????  "nadie es capaz de confesar secretos de ese género...jugar con esas cosas es un grave pecado...fue hacia la puerta y al salir se volvió a mirarme, se quedó un rato mirándome, apoyado en el quicio...yo bajaba los ojos a la mesa y cuando volvía a hablar volvía a mirarle" "Yo no era intachable". 



      

Autor: Alejandro Cabeza
Retrato de Rosa Chacel
Óleo sobre tela 55x46 cm
Colección Casa- Museo Zorrilla



Mujeres Ilustres
Sepultura de Rosa Chacel
Cementerio del Carmen
Valladolid

La novela de Rosa Chacel fue llevada al cine en 1979 por Miguel Ángel Rivas. Protagonizada por Enma Suárez y Ramiro Oliveros. 


sábado, 3 de marzo de 2018

Ellas y Ellos



Hay silencios sonoros que gritan, que duelen, torturan, pesan y que son más "peligrosos"que las mismas armas. Silencios de mujeres que existieron rompiendo moldes. Mujeres que fueron  condenadas a la  marginación y al exilio porque se saltaron las estrictas  normas sociales y culturales de la España de los años treinta.  Muchas historias vividas por cantidad de mujeres olvidadas; como escultoras, pintoras, poetas, novelistas, filósofas. Artistas todas ellas, que llegaron a formar parte del excepcional grupo de intelectuales y creadores de la generación del 27 o "Edad de Plata". Generación, que dicho sea de paso, transformaría el panorama cultural español.
El legado de artistas masculinos como Lorca, Alberti, Dalí, Buñuel, Neruda, Guillen, Salinas... suponía un elemento de libertad y cambio que daba paso a las vanguardias, aunque sin desvincularse del pasado. 


Pero si el éxito de estos "genios" masculinos y la divulgación de sus obras fue amplia, aquellas otras artistas femeninas, de gran talento,  no tuvieron las misma oportunidades y suerte. 
Junto a la mayoría de mujeres que se ajustaban a las normas  sociales prescritas, destacaron una minoría que desde posiciones ideológicas diferentes no se resignaban al silencio o a la conformidad de su desdichada existencia.   Lanzaron su protesta, pero el destino las condujo en muchos casos al destierro.  Aquellas subversivas y revolucionarias rebeldes - las sin sombrero- se atrevieron a existir por sí mismas. 
Aunque habían colaborado con algunos de sus laureados  contemporáneos masculinos en revistas literarias y misiones pedagógicas, fueron relegadas  y olvidadas en  la sombra. 


Aquellas escritoras, poetas, filósofas, pintoras:  las - sin sombrero- se aventuraron a entrar en el terreno de los hombres y sus nombres y sus obras no fueron reconocidas como merecían. Sin embargo sus aptitudes fueron infinitas. 
 Se entiende pues, que los manuales de historia y literatura están incompletos; puesto que les faltan todos aquellos personajes femeninos con capacidad intelectual y crítica que se interesaron por las manifestaciones artísticas. ¡Es inútil tratar de acallar al genio!

                                      
                                            Concha Méndez (Escritora)
                                               Madrid, 27 Julio 1898 - México, 7 Diciembre 1986.   
                                                     " Las niñas no son nada y yo quería ser algo"

                                       

      Ernestina de Champoucín Moran de Loredo (Poeta)
      Vitoria, 10 de Julio 1905 - Madrid, 27 Marzo 1999.
     "Se van moviendo puertas ¿hacia donde? 
    es la hora de mover lo soñado, 
     de recurrir a aquello que parecía imposible"


Josefina de la Torre Millares (Poeta, novelista)
Las Palmas de Gran Canarias, 1907 - Madrid, 12 Julio 2002
"Todos los días llama a mi puerta el desconsuelo..."


Marga Gil Roësset (Ilustradora y Escritora)
Madrid, 3 Marzo 1908 - 28 Julio 1932
"Tengo bastante miedo, parece que tendré que morir,
 triste sin beso ni corazón..."


Maria Zambrano (Filósofa)
Vélez (Málaga) 22 Abril 1904 - Madrid, 6 Febrero 1991
"El escritor sale de su soledad a comunicar el secreto"

       

Mª Teresa León Goyri (Escritora)
Logroño, 31 Octubre 1903 - Madrid, 13 Diciembre 1988
"Memoria de la Melancolía"


Ana Mª Gómez González -Maruja Mallo- (Pintora)
Viveiro (Lugo) 5 Enero 1902 - Madrid, 6 Febrero 1995

Me gustaría terminar este pequeño recorrido haciendo honor a otra ilustre y desconocida escritora  de la generación del 27. Me refiero a Luisa Carnés Caballero, escritora y periodista republicana. Narradora social y feminista conocida bajo el pseudónimo de -Clarita Montes- perteneció al grupo de las olvidadas. Pero a diferencia de "Las sin sombrero", de posición social alta, Luisa, perteneció a la clase obrera, en la que la pobreza se agravaba con su condición de mujer. Pese a todo no renunció a su vocación de escritora autodidacta, contando historias relacionadas con sus experiencias sociales y laborales.
Publicó cuentos y escritos en diarios y revistas como: "La Voz, El Imparcial, Crónica, El sol; La Esfera, Mundo Obrero, Frente Rojo y la revista Estampa".




Luisa Carnés Caballero - Clarita Montes- (Escritora)
Madrid, 3 Enero 1905 - 12 Marzo 1964
"Creíamos también que nuestra única misión en la vida, 
era la caza del marido....
hoy sabemos que las mujeres valen tanto como el hombre
 para la vida política y social"

 

Luisa Carnés con su hijo

Una de sus novelas con tintes autobiográficos "Tea Rooms: mujeres obreras".  A través de la novela, la autora delata públicamente la situación laborar que padecen muchas mujeres obligadas a compatibilizar las tareas del hogar, el cuidado de los hijos y el trabajo fuera de casa. Para aspirar a empleos más cualificados, la mujer ha de apostar por la cultura. De no ser así, siempre seguirán sometidas y en condiciones laborales precarias e inferiores a la de los hombres. Tea Rooms analiza el papel social de la mujer    de clase baja, frente al matrimonio, divorcio, maternidad y educación. 
"No se llega a una experiencia tan concreta sin una larga experiencia de la humillación y el dolor... la división existe desde el principio, desde el origen de los siglos"  p. 77.


        

Desde este pequeño rincón mi homenaje todas las mujeres. 

                                                                                                                    Ardilla


 Las fotos han sido tomadas de Internet.







martes, 7 de noviembre de 2017

Lecciones de Urbanidad para niñas




Desde tiempo inmemorial la historia nos ha ido mostrando un andamiaje intelectual bien definido en el que existía una resistente desigualdad  entre sexos. 
Durante siglos se justificó aquella construcción histórica fundamentada en la superioridad del hombre respecto a la mujer;  un modelo propio de la sociedad estamental que basaba sus principios en la diferencia natural de unos seres respecto a otros. 
La España Decimonónica y parte de la del siglo XX se caracterizó por la larga dominación y por la absoluta "sumisión" de las mujeres. Las ideas revolucionarias de igualdad entre hombres y mujeres no caló en nuestra sociedad. La mujer seguía siendo esclava, sin elección cultural, laboral o económica. Así había sido durante siglos y así permaneció durante largo tiempo. 
A pesar de la paupérrima situación femenina, que corresponde al  momento histórico, la vida de las mujeres experimentó un "discreto" cambio en política educativa cuando en 1857 la -  Ley Moyano- ley de instrucción pública, hizo obligatoria la escolarización de las niñas - de 6 a 9 años- con relativa gratuidad para la enseñanza primaria. Se mantuvo, eso si,  un duro control de las autoridades eclesiásticas marcando una contundente separación entre sexos y justificando las labores propias del sexo femenino. 
Durante un corto periodo de tiempo y gracias a las ideas republicanas de finales del XIX y principios del s. XX - la institución libre de enseñanza- con influencia krausista, intentó una apertura hacia la enseñanza laica sin separación de sexos. Sin embargo aquel  breve paréntesis se  quedó tan sólo en un débil proyecto,  que no se hizo visible hasta  bien entrado el siglo XX.  Las circunstancias históricas no permitieron un modelo educativo distinto y se volvió a presentar un ideal de mujer ceñido a su rol de esposa y madre, que satisfacía la organización patriarcal androcéntrica. Por lo tanto las mujeres seguían relegadas al ámbito de lo privado y lo doméstico y con tales fines debían ser educadas.
El Estado, de acuerdo con los intereses de la burguesía en la que se encontraba integrada parte de la nobleza,  desarrolló una política de control dirigida a una nueva configuración social, con la obligación de crear escuelas primarias de niños y de niñas,  para paliar las deficiencias morales que las familias de clase baja presentaban. Sin embargo pocas familias necesitadas podían mandar a sus hijas al colegio, ya que  las  niñas comenzaban a trabajar a la edad de ocho años. Aún así, algunas tuvieron el "privilegio" de incorporarse a la enseñanza dentro de su municipio. 
El instrumento propagador de la moral burguesa, sería la escuela para todos, siempre y cuando, se tuviera en cuenta que la educación de las niñas debía ir encaminada a la formación moral,  más que a la adquisición de conocimientos.  El objetivo no era ser sabias, sino prepararse para ser  "buenas y sumisas" mujeres. 
Con ese fin se crearon escuelas de prestigio para clases medias altas, donde además de  aprender a leer, escribir, bordar y coser, aprenderían algo de geografía, historia, música y en raras  ocasiones, dibujo y francés. Lo que se llamó una educación de "adorno". Para el resto de niñas de clases populares se crearían las escuelas públicas, en muchas ocasiones atendidas por religiosas. De ahí que poco a poco, a lo largo de toda la geografía, se fundaran muchos colegios de diferentes congregaciones religiosas  dedicadas a la enseñanza femenina. 
Con la instrucción no se pretendía mas bagaje intelectual que aquellos conocimientos morales y prácticos que ayudaran a las niñas, en su etapa adulta, para ejercer su primordial misión:  "ser buena  madre y excelente ama de casa". 
La extremada codificación histórica que habían "padecido" nuestros antepasados femeninos, - más temor que respeto- exaltaba a un estereotipo de niña "ejemplarizante"cuyos valores pasarían por la prudencia, la bondad y los exquisitos modales. 
La herramienta utilizada para la transmisión de "valores"y normas de "urbanidad" fue la divulgación textos y cuentos. En todos los mensajes e ilustraciones  aleccionadores debía quedar bien claro el patrón social de las clases acomodadas a imitar. Así se aprecia en las ilustraciones y ambientes recreados  como los que se muestran a continuación:

"La buena Juanita" obra de Saturnino Calleja, gran conocido por sus cuentos para niños. De ahí aquella expresión "¡Tienes mas cuento que calleja! - Muchas de aquellos cuentos fueron escritos por autores de renombre e ilustrados por grandes dibujantes de la talla de Narciso Méndez Bringa-

                                "La buena Juanita" Saturnino Calleja 




Otros ejemplares como "Victoria" de Mª Pilar Oñate Instrucciones para la formación de una "mujer de su casa" madre de familia y transmisora de unos valores.




La obra de "Higiene y economía" "La niña Instruida"  de Fernández Ascarza . 


                Por último la"Cartilla Moderna de Urbanidad" de J. Dalmau. 



   
                                                                                                                                                           

                                                
                                                 
                                                   
                                                             
Textos, mensajes  e ilustraciones de corte burgués, que resumían claramente las cualidades y los valores que las niñas debían aprender:  Ser dóciles, humildes, sumisas... en ningún momento una joven mujer, podía perder el decoro.
Aquel compendio de normas de comportamiento instruyó a muchas de nuestras abuelas, madres, y también a algunas de nosotras que hemos pasado el ecuador de la vida.
Ello no nos hace indiferentes a la ominosa situación de pobreza y miseria vivida, contraria a nuestra dignidad.
         Como decía J. Stuart Mill (1869) en "La esclavitud femenina" 
         "La mujer es como árbol que se le ha podado todas sus ramas" 

                                                                                 Ardilla


Imágenes: Internet.
Texto: Ardilla