sábado, 27 de febrero de 2016

¡Que suerte he tenido de nacer!






Qué suerte he tenido de nacer, para estrechar la mano de un amigo y poder asistir como testigo, al milagro de cada amanecer.




 Qué suerte he tenido de nacer, para tener la opción de la balanza, sopesar la   derrota y la esperanza, con la gloria y el miedo de caer.




Qué suerte he tenido de nacer, para entender que el honesto y el perverso, son dueños por igual del universo, aunque tengan
 distinto parecer.




Qué suerte he tenido de nacer, para callar cuando habla el que más sabe, aprender a escuchar, ésa es clave,    si se tiene intenciones
                                                de saber.    


                         
    
                                        Que suerte he tenido de nacer
                          y lo digo... sin falsos triunfalismos
                          la victoria total ... la de mí mismo
                          se concreta en el ser y en el no ser
                            


       

                                             
                                                Qué suerte he tenido de nacer,
          para cantarle a la gente y a la rosa  
             y al perro y al amor y a cualquier cosa
     que pueda el sentimiento recoger.



      Qué suerte he tenido de nacer,    
   para tener acceso a la fortuna      
      de ser río en lugar de ser laguna,
 de ser lluvia en lugar de ver
llover.


    Qué suerte he tenido de nacer, 
para comer a conciencia la manzana, 
sin el miedo ancestral a la sotana
o a la venganza final de lucifer.
                      

                                                                          

                                                   Pero sé, bien que sé...                      
                        que algún día también me moriré.
                       Si ahora vivo contento con mi suerte,
                       sabe Dios qué pensaré cuando mi muerte, 
                       cuál será en la agonía mi balance... 
                       no lo sé, nunca estuve en ese trance. 


     
                                   Pero sé, bien que sé...                                   
                           que en mi viaje final escucharé    
                          el ambiguo tañir de las campanas                                                 
                         saludando mi adiós, y otra mañana
                         y otra voz, como yo, con otro acento,
                         cantará a los cuatro vientos....




                          ¡Qué suerte he tenido de nacer!.    
                                                        
                                                                             A. Cortez


         

martes, 9 de febrero de 2016

Aprenderás

                                                        


Quiero compartir esta reflexión de William Shakespeare, con aquellas personas que todavía son conscientes de que hay que seguir "aprendiendo y creciendo en sabiduría" si de verdad queremos  ser mejores.  Os dejo la audición y el texto.  ¡Disfrutad! 
                                                                         




Después de algún tiempo, aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma. Y aprenderás, que amar no significa apoyarse y que compañía no siempre significa seguridad. 
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos ni promesas. Comenzarás a aceptar tus derrotas, con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto. Y aprenderás a construir hoy, todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para tus proyectos, y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío. 
Después de un tiempo, aprenderás que el sol quema si te expones demasiado. Aceptarás incluso, que las personas buenas podrían herirte alguna vez,  y necesitarás perdonarlas.
Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma. Descubrirás que lleva años construir confianza, y apenas unos segundos destruirla. Y que tú también podrás hacer cosas, de las que te arrepentirás el resto de tu vida.
Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa qué es lo que tienes, sino a quién tienes en la vida. Y que los buenos amigos, son la familia que nos permiten elegir.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian. Te darás cuenta de que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo, haciendo cualquier cosa, o simplemente nada, sólo por el placer de disfrutar su compañía. 
Descubrirás que muchas veces, tomas a la ligera a las personas que más te importan, y por eso siempre debemos decir a esas personas, "que las amamos", porque nunca estaremos seguros de saber cuándo será la última vez que la veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea, tienen influencia sobre nosotros, pero que nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar.
Descubrirás que lleva mucho tiempo llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto.
Aprenderás que no importa a dónde llegaste, sino a dónde te diriges, y si no lo sabes... cualquier lugar sirve.
Aprenderás, que si no controlas tus actos, ellos te controlan. Y que ser flexible, no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación, siempre existen dos lados...
Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias.
Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica. Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayude a levantarte. Madurar tiene mas que ver con lo que has aprendido de la experiencia, que con los años vividos.
Aprenderás que hay mucho más de tus padres en tí de lo que supones.
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño, que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese, porque le estarás quitando la esperanza.
Aprenderás que cuando sientas rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso, no te da derecho a ser cruel.
Descubrirás, que sólo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero no saben cómo demostrarlo. No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces, tendrás que aprender a perdonarte a tí mismo.
Aprenderás, que con la misma severidad con la que juzgas, también serás juzgado, y en algunas momentos... condenado.
Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió. El mundo no se detiene para que lo arregles. 
Aprenderás que el tiempo no es algo que puedas volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores. Entonces, y sólo entonces, sabrás realmente lo que eres capaz de soportar. Que eres fuerte y que puedes ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías,  que no se podía más. 
Es que realmente la vida vale, cuando tienes el valor de enfrentarla.

                                                                                                                                  William Shakespeare

jueves, 4 de febrero de 2016

El valioso tiempo de los maduros

                                  
                                 "The valuable time of the mature"



Se llega a un momento en nuestras vidas, en la que decidimos qué es lo esencial y nos enriquece,  qué es superfluo y tóxico y no merece la pena... 


Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante del que viví hasta ahora. 
Ya no tengo tiempo para razones interminables donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas, que a pesar de su edad cronológica, no han crecido. 
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.


No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados. Me molestan los envidiosos que tratan de desacreditar a los más capaces para apropiarse de sus capacidades, talentos y logros.
Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo. Mi tiempo es escaso para discutir títulos.
Quiero la esencia.   ¡Mi alma tiene prisa!. 


Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana. Que sepa reír de sus errores, que no se envanezca con sus triunfos, que no se considere electa, antes de tiempo, que no huya de sus responsabilidades. 

Que defienda la dignidad de los marginados y que desee tan solo andar en paz, caminar junto a cosas y personas de verdad.


Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena. Por eso quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas. Gente a quien los golpes duros de la vida, les enseñó a crecer con toques suaves en el alma.

Si... tengo prisa por vivir con la intensidad que solo la madurez puede dar. Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz conmigo mismo.                      
                                                                                 
                                                                                   "Mario de Andrade"