domingo, 31 de diciembre de 2017

Vitaminas




Qué mejor manera de despedir el año y comenzar otro nuevo que con una buena "dosis" de vitaminas A, B y C...




¡GRACIAS! por formar parte de mi vida


Imágenes tomadas de Internet.



sábado, 9 de diciembre de 2017

Ten esperanza

                                                


Os dejo con un poema de Vicente Aleixandre, con él quiero despedir el año 2017. Lo dedico a todas aquellas personas  que andan desesperanzadas. Desde aquí  les animo a seguir caminando, a que no se detengan pese a la dureza de la vida.  Han de saber que no están solos porque todavía quedan gente en las que apoyarse y en las que encontrar un cálido abrazo de humanidad. 


                 
¿Lo comprendes? Lo has comprendido.
¿Lo repites? Y lo vuelves a repetir.
Siéntate. No mires hacia atrás. ¡Adelante!

Adelante. Levántate. Un poco más. Es la vida.

Es el camino. ¿Que llevas la frente cubierta de sudores, con espinas, con polvo, con amargura,

sin amor, sin mañana?...

Sigue, sigue subiendo. Falta poco. Oh, qué joven eres.

Qué joven, qué jovencísimo, qué recién nacido. Qué

ignorante.

Entre tus pelos grises caídos sobre la frente brillan tus

claros ojos azules,
tus vividos, tus talentos ojos puros, allí quedados bajo
algún velo.
Oh, no vaciles y álzate. Álzate todavía. ¿Qué quieres? Coge tu palo de fresno blanco y apóyate. Un brazo a tu
lado quisieras. Míralo.
Míralo. ¿No lo sientes? Allí, súbitamente, está quieto.
Es un bulto silente.
Apenas si el color de su túnica lo denuncia. Y en tu
oído una palabra no pronunciada.
Una palabra sin música, aunque tú la estés
escuchando.
Una palabra con viento, con brisa fresca. La que
mueve tus vestidos gastados.
La que suavemente orea tu frente. La que seca tu
rostro,
la que enjuga el rastro de aquellas lágrimas.
La que atusa, apenas roza tu cabello gris ahora en la
inmediación de la noche.
Cógete a ese brazo blanco. A ese que apenas conoces,
pero que reconoces.
Yérguete y mira la raya azul del increíble crepúsculo,
la raya de la esperanza en el límite de la tierra.
Y con grandes pasos seguros, enderézate, y allí
apoyado, confiado, solo,
échate rápidamente a andar...
                                                                                                             Vicente Aleixandre