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miércoles, 5 de julio de 2017

Un lugar para la sabiduría


                                               A place for wisdom

Cuenta la leyenda...

Que los dioses se reunieron para esconder la sabiduría, puesto que el ser humano se iba a degenerar y no era recomendable que la tuviera en sus manos, pues solo se destruiría más rápido y lograría realizar daños muy grandes; sin embargo,  era necesario que estuviera al alcance de gentes preparadas para que hicieran buen uso de ella.
- Se levantó el Dios de las aguas y dijo: 
"Escondamos la sabiduría en el fondo de un océano, en una caverna submarina y pongamos un monstruo marino a resguardarla, ahí nunca la encontrará". Según la leyenda, uno de los Dioses se adelantó al futuro  y se encontró con la sorpresa de que el ser humano haría guerras en el fondo de los océanos, y que si la sabiduría estaba ahí, ¿en qué manos iba a caer? pensaron que no era buen lugar.
- Se levantó en la asamblea, el dios de la tierra y dijo: 
"Escondamos la sabiduría en las entrañas de la tierra, ahí nunca se le ocurrirá buscar",  nuevamente se adelantaron al futuro y se dieron cuenta de que el ser humano llevaría su codicia al máximo; buscando, buscando, perforaría minerales, piedras preciosas... Y ¿qué tipo de ser humano encontraría la sabiduría? tampoco era buen lugar.
- Entonces habló el dios del aire y dijo:
 "Escondamos la sabiduría en la más alta montaña, donde jamás pie humano ha llegado",  se adelantan al futuro y ven que el ser humano por orgullo trataría de conquistar las más altas montañas, gente así... tampoco era recomendable que la encontrara.
- Hablaron de decenas de lugares, más... ningún lugar era seguro. Por fin uno dijo:
"Escondamos la sabiduría dentro del mismo ser humano, ahí no la buscará, sólo el que tenga puro y noble corazón se le ocurrirá buscarla en ese lugar".
Todos los dioses estuvieron de acuerdo, y desde entonces la sabiduría esta ahí...   
                                                                                            R. Ruiz Limón    

 En el monte Parnaso, en la región de Fócida, se encuentra el templo de Delfos levantado en honor al dios Apolo.  Inscrito en el frontispicio reza el siguiente aforismo:
"Te advierto, quien quiera que fueres, Oh! tu que deseas sondear los arcanos de la Naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo, aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tu ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias?
En ti se halla oculto el tesoro de los tesoros. Oh! hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses."

El oráculo délfico fue atribuído a varios sabios griegos: Heráclito, Quilón de Esparta, Tales de Mileto, Sócrates, Pitágoras, Solón de Atenas y a Femonoe -antigua mítica poetisa griega-. Sea como fuere transcendió a filósofos y pensadores cristianos, como San Agustín, en su búsqueda de la sabiduría. El principio agustiniano de la interioridad,  como camino hacia Dios dice lo siguiente:

"Noli foras ire, in te ipsum redí  in interiore nomine habitat veritas" o lo que es lo mismo: "No salgas hacia fuera, mira en tu interior. En el interior del hombre habita la verdad" 
Esta invitación de San Agustín al ser humano para que se vuelva sobre sí mismo, no es más que la versión cristiana del "conócete a ti mismo".                                                             
                                                                                              San Agustin 

El autoconocimiento, caminar hacia la interioridad, conocerse, sería caminar hacia los movimientos más íntimos y esenciales de nuestro ser. Tropezar con uno mismo es el desafío que nuestro  "yo profundo" nos propone para conocernos bien y alcanzar la sabiduría. 
                                                                                                                                   Ardilla

Foto Ardilla






domingo, 12 de febrero de 2017

Obras maestras

                                             

                         



 Sam Jinkns

Hay veces en que la ficción iguala o se"confunde" con la realidad. Este es el caso del hiperrealismo y la fidedigna interpretación con la que algunos autores de este arte como "Sam Jinks"son capaces de crear su sueño.
Y para sueños os dejo con la siguiente frase que escuché hace algún tiempo y que quiero compartir. Dice algo así:
"¡Abuela! dime, ¿de qué tamaño es el mundo? y la anciana le contestó: El mundo es del tamaño de tus sueños.













miércoles, 25 de enero de 2017

El poder de una sonrisa



F. Ardilla
La magia de la sonrisa consigue poder soñar estando despierta.
La magia de una sonrisa consigue contagiar optimismo y alegría.
Consigue sentirte mucho más amado: Ser más feliz día a día.
La magia de una sonrisa puede conseguir que todo se convierta en novedad; descubrir la belleza de nuestro mundo. Iluminar la noche con estrellas. Hacer que el sol brille más. Puede dar esperanza a la humanidad.

F. Ardilla     
La magia de la sonrisa es poderosa. Suaviza los corazones, endulza momentos maravillosos, embellece el rostro, dándole luminosidad. Dá ánimo a quien la ejerce, convierte los sueños en realidades. 

F. Ardilla
La magia de una sonrisa es la clave del éxito y de la felicidad. La magia de una sonrisa aúna países y enlaza corazones. ¡SONRÍE! y deja que la gente se pregunte ¿Por qué? 

F. Ardilla
Si sonríes soy feliz porque tu sonrisa puede cambiar al mundo. 
 A veces la alegría provoca sonrisas, pero a veces, tu sonrisa puede provocar alegría. ¡No la guardes!
Nunca te olvides de sonreír, decía Chaplin, porque el día que no sonrías será un día perdido.
Si sonreímos, decía Gandhi, el espejo nos devolverá la sonrisa. 
Si alguna vez no te dan la sonrisa esperada, decía el Dalai Lama, sé generoso y da la tuya, porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquel que no sabe sonreír a los demás. 







viernes, 23 de diciembre de 2016

Pequeña Flor







Mi pequeña flor.  Tus lágrimas se deslizan por las mejillas como el rocío  del azahar en primavera. 
Pura inocencia, delicadeza la tuya que el amor despierta cada mañana como gloria.  Abrazas con majestad y poder la espuela de caballero;  espiga de la esperanza, y juntos al amanecer, con grandeza en el alma y el corazón abierto, creceréis en el jardín de la vida. Mi pequeña flor...            
                                                                                         Ardilla


 (Texto Ardilla)
(Video Youtube. Fausto Papetti)

viernes, 25 de noviembre de 2016

Diálogo sobre el hombre


                                                                 


San Jinks

Era el tamaño del hombre
motivo de discusión,
uno hablaba de estatura,
el otro de corazón.

-¿Te has fijado en ese hombre...?
¡Qué bajito es de estatura!
-Y eso que tiene que ver!
A los hombres no se mide 
de la cabeza a los pies.

-¿Entonces, cómo se miden?
¡Yo lo quisiera saber!
-de las cejas para arriba,
y si tienes ocasión
búscale en su corazón 
que te dará la medida
de su exacta dimensión.

-En eso no había pensado.
¿Sabes que llevas razón?
-Pues ándate con cuidado
a la hora de opinar,
que todos somos muy dados
a juzgar sin meditar.

Y deduce en conclusión
cómo su grandeza está
en su propio corazón.

                                                                           José Velázquez Pérez

martes, 1 de noviembre de 2016

Vida y Muerte

                                                               

                       


En el periodo helenístico aparecieron dos corrientes filosóficas -Estoicismo y Epicuerismo- que buscaron contestar a interrogantes sobre el sentido de la vida. Ambas doctrinas estuvieron en continua rivalidad. Tanto unos como otros trataron de enseñar el camino de la felicidad, pero utilizando sendas distintas. Mientras que los epicúreos, ante circunstancias adversas, redujeron al mínimo sus deseos básicos, orientando su filosofía, hacia un objetivo moral basado en el materialismo y el hedonismo. Los estoicos trascendieron esas realidades adversas tratando de conocer el sentido del cosmos y adecuando los deseos a la voluntad providente de ese todo del que formamos parte.
Ambas filosofías se caracterizan por afirmarse como saberes de salvación y como sistemas de creencias y de prácticas. La sabiduría era entendida como el arte de la vida feliz, por tanto, no sólo tratarían de enseñar a pensar, sino también de enseñar a vivir, orientando al individuo que se siente desarraigado en todo los sentidos.

Veamos que decían algunos de aquellos maestros griegos y romanos sobre la vida y la muerte y que se presentaban como conocedores del arte de ser feliz.



Ardilla
"Acostúmbrate a pensar que la muerte nada es para nosotros, porque todo bien y todo mal, reside en la sensación, y la muerte es privación de los sentidos". 
(Epicuro)

Ardilla
"La muerte, nada es para nosotros, porque cuando nosotros somos la muerte no está presente, y cuando la muerte está presente, entonces ya no somos nosotros" 
(Epicuro) 

"No puede haber vida feliz si no es también sabia, honesta y justa, ni se puede vivir con sabiduría, honestidad y justicia, sin que también se viva feliz. Así pues, quien no vive con todas estas cualidades, tampoco podrá vivir felizmente." 
(Epicuro)

"La felicidad cuando está presente, todo lo tenemos, y, cuando nos falta, todo lo hacemos por poseerla"
(Epicuro)

Ardilla
"Aquél que tú crees que ha muerto, no ha hecho más que adelantarse en el camino" 
(Séneca)

"La mayor parte de los mortales somos engendrados para un tiempo escaso... que discurren tan rápidamente, que, salvo muy pocos, a los demás la vida los deja plantados en los propios preparativos de su vida." 
(Séneca)

Ardilla
"No tenemos escaso tiempo, sino que perdemos mucho...cuando por fin nos reclama nuestro último trance nos percatamos de que ya ha transcurrido la vida que no comprendimos que corría." (Séneca)

"¡Que tarde es empezar a vivir cuando hay que dejarlo!"
(Séneca)


"La vida irá por donde empezó y no invertirá ni detendrá su marcha...jamás se entretendrá. ¿Qué va a pasar? Que tú estás distraído, la vida se apresura; entre tanto se presentará la muerte, para la que quieras o no quieras, hay que tener tiempo"
(Séneca.  d.C.)

"Aunque fueras a vivir tres mil años... recuerda, sin embargo, que nadie pierde otra vida que esta que vive, y no vive otra que la que pierde"
(Marco Aurelio)





lunes, 1 de agosto de 2016

Gente

                                                              

   

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y lo hace. La gente que cultiva sus sueños, hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.

Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga los cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de Dios.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.
Me gusta la gente que tiene sentido de la justicia... a estos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mantiene bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que no deja de ser aniñada. Me gusta la gente que con su energía contagia. 

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos. La gente que lucha contra las adversidades. Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes por no un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen. Me gusta la gente que tiene personalidad. 

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio, son cosas fundamentales para llamarse...Gente.
Con gente como esa me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuído.  
                                                                                                            "Mario Benedetti"
                                                                                                  (fotos Internet)



"Gente que nos enseñen a mirar con otros ojos"   ¡Feliz Verano amigos!
       









                          

                                                                









martes, 26 de julio de 2016

Dentro de mi

                                                     

En nuestras vidas, decía Albert Camus, hay muchas posibilidades deseando abrirse camino, sólo necesitamos una chispa de ilusión y de entusiasmo para hacerlas realidad.


F. Ardilla
En medio del odio descubrí, que había dentro de mí, un amor invencible.
En medio de lágrimas descubrí, que había dentro de mí, una sonrisa invencible.
En medio del caos descubrí, que había dentro de mí, una calma invencible.
Me di cuenta, a pesar de todo eso.
En medio del invierno descubrí, que había dentro de mí, un verano invencible.
Y eso me hace feliz, porque esto dice que no importa lo duro que el mundo empuja contra mí. Dentro de mí hay algo más fuerte, algo mejor empujando de vuelta.

                                                                     "Albert Camus"
                                                                                             

En nuestro interior hay un ser invencible capaz de generar entusiasmo. ¡Conócelo! y te conocerás a ti.




sábado, 2 de julio de 2016

Los juicios

                                                                 
Hace algunas semanas cayó en mis manos un pequeño texto cuya procedencia desconozco, y me hizo reflexionar acerca de la "pobreza" humana cuando enjuiciamos al otro sin saber lo concreto e inmediato de su vida. La advertencia dice lo siguiente:

"No hables de lo que no viste, ni condenes lo que tú no has sentido. Cada uno sabe el dolor que carga, el peso que lleva, la dificultad que pasa y las luchas que enfrenta. Todos tenemos nuestra propia historia de vida que no merece ser juzgada por quien no la vivió ni la conoce..." 

Como decía Ortega nos cuesta reconocer que cada persona es ella y sus "circunstancias". Desconocer que cada ser tiene su propia condición y no la que nosotros queremos exigirle, es a mi juicio,  una falta de compasión y amor hacia el otro. Nada hay tan miserable como empequeñecer el mundo de los demás por medio de nuestras ignorancias, manías y cegueras. El "juicio" nos lleva con frecuencia  a disminuir la realidad, suprimiendo y desgajando imaginariamente la esencia de un ser. Quizá porque nos negamos a reconocer la dimensión de profundidad del otro, dejándonos influenciar por las impresiones que nos producen. 
Mientras nosotros perdemos el tiempo en enjuiciarnos, la naturaleza con su sabiduría se abraza...





 Fotos Ardilla

                                                                                        
                                                                 


domingo, 27 de marzo de 2016

El Encuentro





Nunca entendí que fueras muerte...


Ardilla

  
  Ardilla

Ardilla   
                             
 Ardilla

Te buscaba en muchos lugares hasta que te "hallé como huésped de mi alma"... entonces, comprendí que eras cercano y patrimonio  de toda la humanidad, sin distinción de razas, credos o religiones. Habitas en todos los corazones del mundo y te diriges a nosotros con el único lenguaje que conoces.  El  Amor. 
                                                              ¡Feliz Pascua! 


                                                                                                                                                                Ardilla



sábado, 27 de febrero de 2016

¡Que suerte he tenido de nacer!






Qué suerte he tenido de nacer, para estrechar la mano de un amigo y poder asistir como testigo, al milagro de cada amanecer.




 Qué suerte he tenido de nacer, para tener la opción de la balanza, sopesar la   derrota y la esperanza, con la gloria y el miedo de caer.




Qué suerte he tenido de nacer, para entender que el honesto y el perverso, son dueños por igual del universo, aunque tengan
 distinto parecer.




Qué suerte he tenido de nacer, para callar cuando habla el que más sabe, aprender a escuchar, ésa es clave,    si se tiene intenciones
                                                de saber.    


                         
    
                                        Que suerte he tenido de nacer
                          y lo digo... sin falsos triunfalismos
                          la victoria total ... la de mí mismo
                          se concreta en el ser y en el no ser
                            


       

                                             
                                                Qué suerte he tenido de nacer,
          para cantarle a la gente y a la rosa  
             y al perro y al amor y a cualquier cosa
     que pueda el sentimiento recoger.



      Qué suerte he tenido de nacer,    
   para tener acceso a la fortuna      
      de ser río en lugar de ser laguna,
 de ser lluvia en lugar de ver
llover.


    Qué suerte he tenido de nacer, 
para comer a conciencia la manzana, 
sin el miedo ancestral a la sotana
o a la venganza final de lucifer.
                      

                                                                          

                                                   Pero sé, bien que sé...                      
                        que algún día también me moriré.
                       Si ahora vivo contento con mi suerte,
                       sabe Dios qué pensaré cuando mi muerte, 
                       cuál será en la agonía mi balance... 
                       no lo sé, nunca estuve en ese trance. 


     
                                   Pero sé, bien que sé...                                   
                           que en mi viaje final escucharé    
                          el ambiguo tañir de las campanas                                                 
                         saludando mi adiós, y otra mañana
                         y otra voz, como yo, con otro acento,
                         cantará a los cuatro vientos....




                          ¡Qué suerte he tenido de nacer!.    
                                                        
                                                                             A. Cortez