domingo, 18 de enero de 2015

Luz


                                                     Light

Las pasadas navidades tuve la venturosa oportunidad de vivir unos momentos únicos e inolvidables. Mi experiencia se produjo al asistir a una de las muchas representaciones que se hacen con motivo de las fiestas navideñas.
La representación iba dedicada a personas “muy especiales” y cuando digo muy especiales no me refiero por su discapacidad, que sí que la tenían; eran niños sordomudos y ciegos. Me refería a la capacidad de los allí concentrados, esa “gente especial” que junto a los niños pusieron LUZ y ALEGRÍA al evento.
Los rostros de muchos reflejaban alegría y gratitud. Se respiraba afán colectivo de superación. Juntos; familiares y monitores, estaban concentrados en vivir cada momento con el anhelo y el reto de no rendirse. A pesar de las dificultades, allí no faltó la comunicación. El desafío, desde mi punto de vista, no fue vencer los obstáculos ya que éstos se salvaron a través del lenguaje signado; el gesto o el tacto.
El desafío para mí fue entender lo que allí sucedía. Si realmente apreciáramos el mundo tal y cómo es, descubriríamos que la vida nos desafía con sus misterios; quizá nos interroga o nos propone continuamente actuar, intervenir para cambiarla de la mejor manera que podamos. El reto estará, en que por muy ardua que sea la situación, la vida prosiga con fuerza; y ya que se nos presenta con todos sus rostros lo difícil, lo agradable y lo misterioso, pongámonos en sintonía con los propósitos de la vida y entonces quizás, veamos la LUZ.
Luz que renace cada mañana con los primeros resplandores del alba. Luz de la aurora, que nos invita con sus rayos a despertar los sentidos y a elevar nuestra mirada hasta los confines del horizonte. ¡Qué generosa! ¡Oh luz! que iluminas al mundo con tu resplandor y conviertes tus rayos en esperanza. Pero mira, seguimos dormidos; nuestros ojos entornados, nos limitan la visión y sólo percibimos un pequeño espacio.  Pero existe otra manera de ver. ¡Ve!. Una vez al menos, mira de otra manera.  ¡Ve!,  aprende a mirar con claridad y no digas que no hay LUZ.

                                                                                       "Ardilla"

                                                                               


Ardilla
Ardilla

Ardilla


Ardilla

Ardilla

Ardilla


Ardilla

Ardilla

Ardilla
Ardilla

Ardilla

Ardilla

Ardilla

Ardilla

Ardilla

Ardilla

Ardilla

Ardilla

Ardilla




                                                                                                         

jueves, 25 de diciembre de 2014

Tomar y regalar


                                                         Take and Give



  
            Toma una sonrisa y regálasela a quien nunca la ha tenido.

           Toma un rayo de sol y hazlo volar hasta allí donde reina la noche.

           Descubre una fuente y haz que se bañe en ella quien vive en el fango.

           Toma una lágrima y ponla en el rostro de quien nunca ha llorado.

           Toma el valor y ponlo en el ánimo de quien no sabe luchar.

           Descubre la vida y cuéntasela a quien no sabe captarla.

           Toma la esperanza y vive en su luz.

           Toma la bondad y dásela a quien no sabe dar.

           Descubre el “ AMOR” y dáselo a conocer al mundo.

                                                                                   "Mahatma Gandhi"

Felices Fiestas (Ardilla)


                          


                                           

              


                                       

                                                                                                    


















                                                             
                           






sábado, 15 de noviembre de 2014

El plante de la vida

                                            

Jugaba con lo más valioso de su vida sin percatarse de lo efímero e inmaterial que era.
Por más que quería desviar su trayectoria, él seguía su curso y se negaba a invertir su empeño. ¡No detendría su marcha jamás!... Seguiría su camino sin distracciones ni rendición.
Mientras tanto seguía su vida, con la ambición puesta en la perpetuidad como si su “valioso bien” no se acabara. No era consciente del dolor inútil que estaba causando, ni de la alegría necia que mostraba en sus hueras conversaciones, o de su perseguida codicia que tanta zozobra le producía.
¡Qué necedad la suya, qué condición!
¿Querer aplazar los buenos propósitos? ¡Hasta cuando! ¿Acaso no percibes que la vida discurre tan rápida que te deja plantado en los propios preparativos?
¡No amigo, no aplaces el vivir para cuando hay que dejar la existencia!. 
Dime, ¿Cuántos días has vivido cómo querías? ¿A cuántos de los que te rodean les has dicho lo que sentías y cuánto los querías? …
No te robes más tiempo, no lo malgastes, no lo disipes. Aprende a vivir y no mueras de forma prematura. Es éste, el tiempo, el que se burla de todo el que busca descifrar sus misterios. Pero el tiempo amigo mío, al igual que las mareas, no espera a nadie. Y, ¿todavía quieres retrasar el reloj? Cómo si ello contuviese tu ira, o como si ese tiempo te permitiera revivir momentos maravillosos, o enmendar errores cometidos. 
¡Te equivocas amigo!. La vida seguirá su curso y ahora es el momento de expresar tus sentimientos a los que quieres. Hazlo antes que la vida te plante…
                                                                      Ardilla


                                 

  


Texto: Ardilla
Video: Youtube

martes, 21 de octubre de 2014

Mis resilientes

                                           

                                  My Hero and Resilient



Ardilla
                      
 A veces, la vida nos muestra su cara más amable regalándonos “oportunidades y honores”.
Oportunidades de cruzarnos en nuestra senda con rostros, identidades y realidades a los que yo llamo, verdaderos “héroes y resilientes”.
El honor de haber compartido con ellos las inquietudes, los momentos de angustia, la fortaleza ante la adversidad, pero también, su buen humor y sobre todo la amistad.
Tomando sus vidas como ejemplos, y desde este espacio, pequeña ventana abierta al mundo; quiero alabar sus desmedidas y extraordinarias hazañas. Sí, a todos los que como Tere, Avelina, Carmen, Isabel; Lola, Pilar; Pepe, Fernando, Pedro, Luis... fuisteis arrastrados a las profundidades más oscuras de la vida y golpeados con fuerza por la enfermedad, la violencia, la humillación; el abandono, la soledad, los abusos o la muerte.
A vosotros mis héroes; mendigos y señores a la vez, que supisteis caer, aun sin saber bien dónde estabais y cómo levantaros. A pesar de vuestro dolor y vuestras heridas, os elevasteis y no os dejasteis arrastrar o morir.
Vuestra sabiduría ha podido con vuestras incertidumbres y vuestros miedos. En vuestras luchas, habéis ganado muchas batallas a la vida. Vuestro deseo de supremacía no era el de mando, posesión o dominio. Vuestro anhelo era el de transitar por caminos diferentes, buscando otras salidas para afrontar la adversidad extrema y seguir avanzando con gallardia. Sois mis héroes y mis resilientes; los que actuáis en silencio. Los que aceptáis la vida con coraje, confianza y humildad; con la esperanza de que estos momentos pasarán y entonces vuestro futuro no será lo que va a pasar, si no lo que vais a hacer.
Habéis sido fuertes y respetuosos con vuestro pasado. A pesar de las dificultades, os habéis mantenido firmes y alertas en el presente; salvando  barreras sociales y personales.
Habéis sabido superar límites, rebasar expectativas y cruzar horizontes trazando nuevos caminos. Descubristeis nuevas rutas realizando lo imposible, mientras lo posible no sucedía. Despreciasteis lo grande, lo importante y lo notable. Poseéis la fuerza interior  y aun así os quedáis con lo sencillo, porque sabéis bien, queridos amigos, que pase lo que pase, vuestro valor es inherente a vuestra esencia.
Vuestra generosidad y entrega me han enseñado a vivir de verdad. ¡Gracias! mis héroes, paladines, protagonistas y resilientes. ¡Gracias por estar ahí!.
                                                    
Ardilla