sábado, 14 de marzo de 2015

Amo a los hombres y les canto


                                             "I love men and singing them"


Sam Jinks

Sam Jinks
       
Amo a los jóvenes desafiantes jinetes del aire,
pobladores de pasillos en las Universidades,
rebeldes, inconformes, planeadores de mundos diferentes.
Amo a los obreros, esos sudorosos gigantes morenos,
que salen de madrugada a construir ciudades.
Amo a los carpinteros que reconocen a la madera como a su mujer,
y saben hacerla a su modo.
Amo a los campesinos que no tienen más tractor que su brazo,
que rompen el vientre de la tierra y la poseen.
Amo compasiva y tristemente, a los complicados hombres de negocios,
que han convertido su hombría en una sanguinaria máquina de sumar,
y han dejado los pensamientos más profundos, los sentimientos más nobles por cálculos y métodos de explotación.
Amo a los poetas -bellos ángeles lanzallamas-
que inventan nuevos mundos desde la palabra
y que dan a la risa y al vino, su justa y proverbial importancia, 
que conocen la trascendencia de una conversación tranquila bajo los árboles, a esos poetas vitales que sufren las lágrimas y van y dejan todo y mueren para que nazcan hombres con la frente alta.
Amo a los pintores -hombres colores- que guardan su hermosura para nuestros ojos y a los que pintan el horror y el hambre, para que no se nos olvide.
Amo a los solitarios pensadores,
los que existen más allá del amor y de la comprensión sencilla, 
los que se hunden en titánicas averiguaciones y se atormentan día y noche ante lo absurdo de las respuestas.
A todos amo con un amor de mujer, de madre, de hermana,
con un amor que es más grande que yo toda, que me supera y me envuelve como un océano donde todo el misterio se revuelve en espuma...
Amo a las mujeres desde su piel que es la mía.
A la que se rebela y forcejea con la pluma y la voz desenvainadas, 
a la que se levanta de noche a ver a su hijo que llora, 
a la que llora por un niño que se ha dormido para siempre, 
a la que lucha enardecida en las montañas,
a la que trabaja -mal pagada- en la ciudad, 
a la que gorda y contenta canta cuando echa tortillas en la pancita caliente del comal, 
a la que camina con el peso de un ser en su vientre, enorme y fecundo.
A todas las amo... y me felicito por ser de su especie.
Me felicito por estar con hombres y mujeres aquí, bajo este cielo, sobre esta tierra tropical y fértil, ondulante y cubierta de hierba.
Me felicito por ser y por haber nacido, por mis pulmones que me llevan y me traen el aire, porque cuando respiro siento que el mundo, todo entra en mí y sale con algo mío, por estos poemas que escribo y lanzo al viento para alegría de los pájaros, por todo lo que soy y rompe el aire a mi paso,
por las flores que se mecen en los caminos y los pensamientos que, desenfrenados, alborotan en las cabezas, por los llantos y las rebeliones.
Me felicito porque soy parte de una nueva época, porque he comprendido la importancia que tiene mi existencia, la importancia que tiene tu existencia, la de todos, la vitalidad de mi mano unida a otras manos, 
de mi canto unido a otros cantos.
Porque he comprendido mi misión de ser creador,
de alfarera de mi tiempo que es el tiempo nuestro,
quiero irme a la calle y a los campos, 
a las mansiones y a las chozas a sacudir a los tibios y haraganes, 
a los que reniegan de la vida y de los malos negocios, 
a los que dejan de ver el sol para cuadrar balances, 
a los incrédulos, a los desamparados, 
a los que han  perdido la esperanza,
a los que ríen y cantan y hablan con optimismo;
quiero traerlos a todos hacia la madrugada, 
traerlos a ver la vida que pasa con una hermosura dolorosa y desafiante,
la vida que nos espera detrás de cada atardecer
-último testimonio de un día que se va para siempre,
que sale del tiempo y que nunca volverá a repetirse-.
Quiero atraer a todos hacia el abrazo de una alegría que comienza,
 de un Universo que espera que rompamos sus puertas,
 con la energía de nuestra marcha incontenible.
Quiero llevaros a recorrer los caminos,
 por donde avanza -inexorable- la Historia.
Porque los amo quiero llevarlos de frente a la nueva mañana,
mañana lavada de pesar, que habremos construido todos.
Vámonos y que nadie se quede a la zaga, 
que nadie perezoso, amedrentado, tibio, habite la faz de la tierra,
 para que este amor tenga la fuerza de los terremotos, de los maremotos,
de los ciclones, de los huracanes y todo lo que nos aprisione vuele convertido en desecho mientras hombres y mujeres nuevos, van naciendo erguidos luminosos como volcanes...
                                                             “G. Belli”
                
Ardilla
                           


                                                             











martes, 17 de febrero de 2015

El vino

                                                               
                                                                       The wine
         
 Ardilla
                                                                             
                                                                          Ardilla

Sí Señor, Sí Señor
El vino puede sacar cosas que el hombre se calla, 
que deberían salir cuando el hombre bebe agua.
Va buscando pecho adentro por los silencios del alma
y les va poniendo voces y los va haciendo palabras.
A veces saca una pena, que por su pena es amarga, 
sobre su palco de fuego la pone a bailar descalza.
Baila y bailando se crece, hasta que el vino se acaba.
Y entonces vuelve la pena a ser silencio del alma.
Si Señor, el vino puede sacar cosas que el hombre se calla.
Cosas que queman por dentro, cosas que pudren el alma,
de los que bajan los ojos, de los que “esconden” la cara.
El vino entonces libera la valentía encerrada,
y los disfraza de machos, como por arte de magia.
Y entonces son bravucones, hasta que el vino se acaba,
pues del matón al cobarde, sólo media la resaca.
Sí Señor, el vino puede sacar cosas que el hombre se calla.
Cambia el prisma de las cosas cuando más les hace falta,
a los que llevan sus culpas como una cruz a la espalda.
La impura se piensa pura, como cuando era muchacha,
y el "astado" regatea la medida de su drama.
Y todo tiene colores de castidad simulada
pues siempre acaban el vino y los dos; en la misma cama.
Sí Señor, el vino puede sacar cosas que el hombre se calla.
Pero…¡que lindo es el vino! El que se bebe en la casa
Del que está limpio por dentro y tiene, y tiene… brillando el alma.
Que nunca le tiembla el pulso, cuando pulsa una guitarra,
Que no le falta un amigo ni noches para gastarlas.
Que cuando tiene un pecado, siempre se nota en su cara.
Que “bebe” el vino por vino, y “bebe” el agua por agua.
                                                                                                                          “A. Cortez”

martes, 3 de febrero de 2015

Vejez


              
                                     "Old age begins when curiosity is lost"


Alberto Durero
                           

¿ Qué cuántos años tengo? ¡Qué importa eso!
Tengo la edad que quiero y siento.
Tengo la edad en la que puedo gritar,
 sin miedo, lo que pienso. Hacer lo que deseo sin miedo al fracaso, a lo desconocido. Porque tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.
¡Qué importa cuántos años tengo! No quiero pensar en ello.
Unos dicen que ya soy viejo; otros que estoy en el apogeo.
Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dice.
Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos; para rectificar caminos y atesorar éxitos.
Ahora no tienen porqué decir estás muy joven…no lo lograrás, o estás muy viejo; ya no podrás.
Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma; pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños empiezan acariciar con los dedos y las ilusiones se convierten en esperanza.
Tengo los años en el amor, a veces, es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada y otras, en un remanso de paz con un atardecer en la playa.
¿Qué cuántos años tengo?
No necesito marcarlos con un número. Pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos; las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas.
¡Valen mucho más que eso!
¡Qué importa! si cumplo veinte, cuarenta, setenta o más. Lo que importa es la edad que siento.
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.
Para seguir sin temor por este sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.
¿Qué cuántos años tengo? ¡Eso a quién le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento.
¿Qué importa cuántos años tengo? O cuánto espero, si con los años que tengo, aprendí a querer lo necesario y a tomar sólo lo bueno.

                                                                                     "J. Saramago"




domingo, 18 de enero de 2015

Luz


                                                     Light

Las pasadas navidades tuve la venturosa oportunidad de vivir unos momentos únicos e inolvidables. Mi experiencia se produjo al asistir a una de las muchas representaciones que se hacen con motivo de las fiestas navideñas.
La representación iba dedicada a personas “muy especiales” y cuando digo muy especiales no me refiero por su discapacidad, que sí que la tenían; eran niños sordomudos y ciegos. Me refería a la capacidad de los allí concentrados, esa “gente especial” que junto a los niños pusieron LUZ y ALEGRÍA al evento.
Los rostros de muchos reflejaban alegría y gratitud. Se respiraba afán colectivo de superación. Juntos; familiares y monitores, estaban concentrados en vivir cada momento con el anhelo y el reto de no rendirse. A pesar de las dificultades, allí no faltó la comunicación. El desafío, desde mi punto de vista, no fue vencer los obstáculos ya que éstos se salvaron a través del lenguaje signado; el gesto o el tacto.
El desafío para mí fue entender lo que allí sucedía. Si realmente apreciáramos el mundo tal y cómo es, descubriríamos que la vida nos desafía con sus misterios; quizá nos interroga o nos propone continuamente actuar, intervenir para cambiarla de la mejor manera que podamos. El reto estará, en que por muy ardua que sea la situación, la vida prosiga con fuerza; y ya que se nos presenta con todos sus rostros lo difícil, lo agradable y lo misterioso, pongámonos en sintonía con los propósitos de la vida y entonces quizás, veamos la LUZ.
Luz que renace cada mañana con los primeros resplandores del alba. Luz de la aurora, que nos invita con sus rayos a despertar los sentidos y a elevar nuestra mirada hasta los confines del horizonte. ¡Qué generosa! ¡Oh luz! que iluminas al mundo con tu resplandor y conviertes tus rayos en esperanza. Pero mira, seguimos dormidos; nuestros ojos entornados, nos limitan la visión y sólo percibimos un pequeño espacio.  Pero existe otra manera de ver. ¡Ve!. Una vez al menos, mira de otra manera.  ¡Ve!,  aprende a mirar con claridad y no digas que no hay LUZ.

                                                                                       "Ardilla"

                                                                               


Ardilla
Ardilla

Ardilla


Ardilla

Ardilla

Ardilla


Ardilla

Ardilla

Ardilla
Ardilla

Ardilla

Ardilla

Ardilla

Ardilla

Ardilla

Ardilla

Ardilla

Ardilla

Ardilla




                                                                                                         

jueves, 25 de diciembre de 2014

Tomar y regalar


                                                         Take and Give



  
            Toma una sonrisa y regálasela a quien nunca la ha tenido.

           Toma un rayo de sol y hazlo volar hasta allí donde reina la noche.

           Descubre una fuente y haz que se bañe en ella quien vive en el fango.

           Toma una lágrima y ponla en el rostro de quien nunca ha llorado.

           Toma el valor y ponlo en el ánimo de quien no sabe luchar.

           Descubre la vida y cuéntasela a quien no sabe captarla.

           Toma la esperanza y vive en su luz.

           Toma la bondad y dásela a quien no sabe dar.

           Descubre el “ AMOR” y dáselo a conocer al mundo.

                                                                                   "Mahatma Gandhi"

Felices Fiestas (Ardilla)