Si volvemos la vista atrás y nos situamos en los hechos históricos acaecidos a lo largo de la historia, nos percatamos de que toda ella está marcada y manchada por faltas y errores humanos.
Desde siempre ricos y poderosos obtuvieron algún tipo de indulgencias o concesiones que los hicieron alcanzar algunos beneficios que otros, dada su condición social, no podían conseguir jamás. Me refiero a las bulas que algunos “iluminados” otorgaron a ciertos “excusados” bajo pago de una determinada cantidad. Aquella “compra” de indulgencias vuelve hoy a repetirse, con repercusiones muy graves; pero no con individuos, sino con poderosos estados.
Para estos titánicos sistemas de poder, los límites del crecimiento económico no existen, y si existen, no les interesan. Su desmesurada ambición está teniendo repercusiones globales, que han ido degradando las relaciones entre el hombre y su entorno. Seguir con esta dinámica de sobrexplotación de recursos naturales, deforestaciones de grandes bosques, vertidos contaminantes en ríos, mares y océanos, o la desmesurada y continua emisión de gases contaminantes, puede hacer inhabitables extensas áreas del mundo.
La alteración del medio ambiente y sus consecuencias es un hecho. El planeta se está quejando por la explotación “salvaje” que está sufriendo. Se están violando toda clase de derechos sobre un patrimonio común que es la Tierra. No se debe consentir que los "gigantes" paguen su “bula” y sigan haciendo un uso indiscriminado de territorios como ocurre en: Perú, Rusia, India, México, Japón, Indonesia o China. Son grandes Imperios contaminantes y contaminados, sin el freno de una “sólida cooperación internacional” que afronte y revierta la situación actual. Los acuerdos tomados en tantas "cumbres" se vulneran pagando una "bula o multa" por el derecho a seguir maltratando al planeta.
El mundo se lamenta....¿en qué me están convirtiendo?
¿Es posible frenar los vertidos industriales y que las industrias compitan en el mercado mundial reduciendo sus emisiones y beneficios?
Desechos de todo tipo pueblan los lechos marinos. La nueva "especie" de la globalización...la basura.
Tenemos nuevas islas. Islas basuras que emergen ocupando, algunas de ellas, casi seis veces la superficie de Francia.
El gran protagonista, los mercados, el poder y el dinero en manos de unos cuantos.
La pantomima continua... Asomarse al gran teatro del mundo.
Ardilla
El río, un recurso natural que fue utilizado para la pesca y el regadío ahora está convertido en vertedero donde muchos buscan...
El enriquecimiento de las grandes industrias han acabado con el sustento de otros generando más pobreza y miseria.
El calentamiento global está transformando la tierra dejando paisajes desolados como este.¿Es posible frenar los vertidos industriales y que las industrias compitan en el mercado mundial reduciendo sus emisiones y beneficios?
Desechos de todo tipo pueblan los lechos marinos. La nueva "especie" de la globalización...la basura.
Ardilla
Texto: Ardilla
Fotos: Internet
La ambición y la codicia no tiene límites. El daño producido por ideas ya lejanas, como que el hombre domina la naturaleza, está aún vigente. Aunque se intente disfrazar de ecologismo, y otros conceptos.
ResponderEliminarNo creo que mis ojos vean el término de esta degradación de la naturaleza. Y lo siento por nuestros descendientes.
Los depredadores solo entienden de dinero y beneficios. Una pena amiga.
Abrazo
Todo lo que denuncias, desgraciadeamente, no es exagerado sino la verdad más evidente: acabamos con todo y aunque haya posibilidad de encontrar nuevos recursos, lo destruído ya es irreparable. Aquí, en nuestra España, los niños sufren de bronquitis una situación que no se daba más que en adultos de edad avanzada... las bronquiolitis son hoy tan frecuentes como los estornudos en primavera. En el santo nombre del dinero, todo está justificado. Podríamos estar todo el día hablando y no terminaríamos y eso es solo refiriéndonos a los problemas que generamos los españoles.
ResponderEliminarTe felicito por el tema. Ha sido uhn placer leer este post. Un abrazo.
Cuánta razón tienes, Ardilla. Es una gran reflexión que debe llamar a las personas a rectificar sobre todos esos temas tan importantes y que atañen a todos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo de anís.
Desde siempre, en especial desde la revolución industrial, y cada vez más aceleradamente, en el siglo XX y después en éste, en todo, el progreso material y social avanza a una velocidad que aumenta con razón geométrica, a una velocidad de vértigo, que desgraciadamente lo ha hecho a costa de los recursos naturales, que son limitados, y va veremos, de seguir así, si suficientes durante cuanto tiempo y para cuanta gente.
ResponderEliminarSi a ello unimos el ser proveedores de lo necesario para los países ricos los bienes de los pobres, entonces a la tragedia medioambiental unimos la injusticia.
Y no es que el progreso sea malo. Los esfuerzos de la humanidad por mejorar su forma de vida es asunto loable, pero hemos llegado al punto de verle las orejas al lobo de nuestra propia destrucción. Seguramente estemos aún a tiempo de cambiar las cosas, tengo esa esperanza, y que venza nuestro instinto de supervivencia a nuestro afán autodestructivo.
Saludos.
Ardilla preciosa, espero que estés muy bien y que pases una feliz Navidad. Asimismo que el 2019 sea un año magnífico para ti.
ResponderEliminarUn abrazo grande.